TLALNEPANTLA, Méx.— “La mayoría íbamos a la secundaria Niños Héroes de Tequexquináhuac. A la escuela de aquí le decíamos “Lecumberri” y se llenaba de puros rechazados y expulsados de otras escuelas o con bajo aprovechamiento”, recuerda Aureliano Amador Ramírez, habitante de San Pedro Barrientos.
Sin embargo, duró poco el apodo de “Lecumberri” de la secundaria 76 Lic. Benito Juárez, la cual fue rebautizada por los propios pobladores como “Escuela para reos” y actualmente es conocida como “La reos”, quizá porque se localiza a espaldas del reclusorio Barrientos.
Cecilio Raúl Torales Noguez, director del plantel, menciona que en unas cuatro ocasiones escaparon internos del penal y utilizaron las instalaciones de la escuela para huir, por lo que policías les pedían no ingresar al plantel o en su caso esperar a que terminara la búsqueda de los fugados para dejar salir a los alumnos.
Indica que las condiciones de la escuela fueron complejas y entre 1975 y 1985, incluso los mismos alumnos acompañaban a los maestros a tomar sus autobuses, ya que estudiantes resentidos por alguna sanción les querían pegar, junto con sus bandas.
En este sentido, Ignacio Hernández Montaño, supervisor escolar, reconoce que “desde luego que había problemas con chavos banda, pero le puedo asegurar que ahora está alejada de esos problemas sociales. Pero antes sí existían y eran graves. Alumnos de aquí pertenecían a una banda y tenían problemas en las calles, pues aquí venían a tratar de encontrarlos”.
Torales Noguez dice que persiste la desintegración familiar en Barrientos, pues “a diario nos enteramos de uno o dos hogares disfuncionales, porque uno o los dos padres trabajan, o se separaron, o el señor abandonó a la señora. Ahora también hay muchos señores abandonados, las mujeres se van y dejan a niños de un año”.
Amador Ramírez explica que en los 70 las mejores escuelas secundarias de Tlalnepantla eran la Niños Héroes, ubicada en Tequexquináhuac, a la que asistían cientos de jóvenes de Barrientos; la 56, localizada junto a la estación de bomberos del centro municipal y la 06, que estaba en lo que ahora es la plaza cívica Gustavo Baz del palacio municipal. Todos querían ir a esas.
Asegura que en esa época muchos de los alumnos de “La reos” provenían de fraccionamientos como Las Arboledas y Valle Dorado, ya que eran jóvenes a los que habían expulsado por mala conducta, aunque “eso no quiere decir que eran puros rechazados, también había algunos que les quedaba cerca”.
Eduardo, de 16 años, y alumno del tercer grado del turno vespertino de la secundaria 76, menciona que “antes era conocida como una escuela bien mala. Ahorita ya no. Antes bajaban y a diario se pegaban”.
El joven asegura ser uno de los mejores de la escuela para tocar guitarra, por lo que probablemente se dedique a la música, aunque también desea terminar estudios profesionales y convertirse en empresario.
Padres de familia de la secundaria 76 confían en la preparación de sus hijos, ya que el acudir a la escuela, los mantiene alejados de las drogas y otros vicios, aunque no les gusta el apodo del plantel, pues “da mala fama”.
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